Los podólogos gallegos se forman en intervenciones quirúrgicas para favorecer la salud de la población
Luke Cicchinelli, podólogo especialista en cirugía del pie: “Si un paciente no tiene dolor ni limitación funcional en su dedo gordo, el podólogo no debe recomendar la cirugía del juanete
Santiago de Compostela, 19 de noviembre de 2016 (Vía Láctea Comunicación).- El Colexio de Podólogos de Galicia (COPOGA) ha celebrado hoy la segunda jornada de su congreso formativo en Santiago de Compostela, centrado en las patologías del primer dedo del pie. Los 150 podólogos participantes asistieron a cuatro talleres prácticos que se celebraron de forma simultánea a lo largo de la mañana sobre exploración biomecánica, audiovisual de cirugía, reconstrucción ungueal e interpretación radiológica de patologías del dedo gordo del pie como se suele conocer. Los congresistas interactuaron activamente con los docentes para compartir sus inquietudes y experiencias clínicas.
El presidente del Colexio de Podólogos de Galicia, Borja Pérez, manifestó su satisfacción con el desarrollo de las jornadas y con el éxito de la participación y aseguró que el colectivo seguirá trabajando para ofrecer a los podólogos gallegos una formación actualizada y de calidad que redundará en la salud de los pies de la población. Sobre la temática de esta edición, el presidente indicó que en la práctica clínica hay un alto porcentaje de consultas sobre patologías del primer dedo por sus consecuencias en el resto del pie y del cuerpo.
En el taller audiovisual de cirugía, impartido por el doctor en podología y especialista en cirugía del pie, el estadounidense Luke Cicchinelli –actualmente residente en Vigo–, los asistentes pudieron ver vídeos explicativos en los que se mostraban las fases y técnicas de una intervención en el primer radio. Cicchinelli explicó que la deformidad más frecuente es el juanete (hallux abductus valgus). Señaló que la recomendación quirúrgica en casos de juanetes es operar cuando el dolor provocado por la prominencia ósea es diario, limita el uso del calzado habitual y perfujica el poder hacer actividades cotidianas de trabajo y ocio. “Si un paciente no tiene dolor ni limitación funcional en su dedo gordo el podólogo no debe recomendar la cirugía” –manifestó–.
Para mejorar su alineación y funcionalidad, el experto explicó que en una intervención de juanete se utiliza una técnica quirúrgica precisa, llamada osteotomía distal, en la que se hace una incisión en la zona para relajar los ligamentos y conseguir la corrección de la deformidad y la desviación lateral del dedo.
Otra de las prácticas se centró en la exploración biomecánica, El podólogo y profesor en el Centro Universitario de Plasencia de la Universidad de Extremadura, Alfonso Martínez Nova, impartió el taller en el que se utilizó una plataforma de presiones para estudiar la pisada de una podóloga voluntaria.
El experto explicó que el comportamiento del primer segmento metatarsodigital durante la marcha condiciona en gran medida la biomecánica del pie y de la extremidad inferior. Se repasaron conocimientos necesarios para interpretar los datos obtenidos en el análisis baropodométrico con la plataforma de presiones. Martínez Nova indicó que la prueba permite valorar el comportamiento normal y el patológico del primer radio durante la marcha, identificando así las patologías que alteran su función y las distintas compensaciones que ha de hacer el resto del pie y la extremidad inferior.
“Los pacientes que actualmente son sometidos a cirugía de la uña encarnada solo necesitan dos días de reposo relativo, en los que pueden hacer vida normal”
En sus ponencias de la tarde, Martínez Nova comentó aspectos relevantes de la patología de la uña y de todos los tejidos que la circundan, tanto tejidos blandos como óseos. El experto explicó que una de las patologías más comunes es la onicocriptosis, conocida como uña encarnada, y que actualmente se aplican avances quirúrgicos para darle una solución definitiva.
La uña encarnada se produce por un mal corte de la uña por parte del paciente, redondeando su forma al cortar las esquinas. Este mal corte de la uña provoca la inflamación de los rodetes laterales e impide que la uña que viene por detrás crezca con normalidad. “La uña encarnada es muy habitual en pacientes adolescentes, ya que empiezan a realizar sus tareas de higiene de manera independiente, cortando de forma incorrecta su uña” –señaló el podólogo–.
Martínez Nova aseguró que esta patología es muy dolorosa y causa impotencia funcional, es dicir dificultad para caminar, y aseguró que muchos pacientes le han llegado a decir que les duele “solo con el roce de la sábana”. Comentó que generalmente la uña encarnada se suele infectar y debe ser tratada previamente con antibióticos órales para que el dedo llegue en las mejores condiciones a la cirugía.
El podólogo explicó que en los últimos años se ha avanzado mucho en el campo de la investigación para ajustar los tiempos de las sustancias que se usan en la técnica de la matricectomía parcial, por ejemplo el uso de fenol para cauterizar la matriz de la zona dañada.
Además, Martínez Nova añadió que con la incorporación de las nuevas tecnologías, el uso cámaras y microscopios de pequeño tamaño, se han podido identificar las células matriciales para no hacer un daño excesivo en la zona y evitar un mayor tiempo de cicatrización. “Los pacientes que actualmente son sometidos a cirugía de la uña encarnada solo necesitan dos días de reposo relativo, en los que pueden hacer vida normal, y en períodos de diez a veinte días ven su dedo completamente recuperado” –aseguró–.
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