El Colexio de Podólogos de Galicia recomienda revisiones periódicas de las personas con Alzheimer para prevenir el empeoramiento de lesiones, aconsejar un uso correcto del calzado y mejorar su movilidad
Un estudio de la Universidade da Coruña, realizado en un centro terapéutico para tratar esta dolencia, señala que un 89% de los pacientes sufría problemas en los pies
Daniel López, doctor en Podología y coordinador de estudio: “El podólogo juega un papel esencial para controlar la salud de los pies de las personas con Alzheimer”
El Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que en España afecta a más de 1,2 millones de personas, y en concreto, ésta y otras demencias la sufren en Galicia aproximadamente 70.000 personas. Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra mañana lunes, 21 de septiembre, el Colexio de Podólogos de Galicia se hace eco de un estudio realizado por el Grupo de Investigación de Saúde e Podoloxía de la Universidade da Coruña (UDC) y dirigido por el doctor en Podología Daniel López, “Particularidades de los pies de las personas con Alzheimer (2018)”, en el que se han investigado los efectos dañinos de esta enfermedad en la salud de los pies.
Individuos desde los 65 hasta los 95 años fueron centro de estudio por la posible presencia de lesiones, y el condicionante del tipo de calzado que usan. Además, el informe asegura que conocer la relación entre la enfermedad y los problemas en los pies puede ayudar a prevenir y tratar las adversidades que afectan a las capacidades motoras y móviles, y el progresivo empeoramiento de las lesiones. “El podólogo juega un papel esencial para controlar la salud de los pies de las personas con Alzheimer, donde caminar unos treinta minutos diarios a buen ritmo ayudará a mantener una vida activa” –indica Daniel López–.
Según el estudio, realizado en un centro terapéutico para pacientes con EA, el 89% de los pacientes con Alzheimer sufrían problemas en los pies. De hecho, el 79,4% de los pacientes padecían juanetes; un 52% trastornos ungueales; un 47,9% hallux limitus; un 19,2% hallux rigidus; y un 12,3% deformidades digitales como dedos en martillo o en garra.
La disminución de la sensibilidad, el deterioro de la sensación de equilibrio, el riesgo de caídas, la falta de autonomía para el autocuidado de los pies, y la ausencia de controles periódicos por parte de estas personas puede provocar un avance de las patologías o un uso incorrecto del calzado.
Por todo ello, el Colexio de Podólogos de Galicia recomienda las revisiones periódicas de los pies de las personas mayores con Alzheimer. En este punto, considera que es fundamental que un familiar o persona a cargo vigile también periódicamente el estado de los pies del paciente, y en caso de detectar alguna alteración, acudir con él al podólogo.
Esta misma directriz la apoya Daniel López, que sostiene que este control por parte del podólogo “ayudará a que los pacientes caminen mejor al detectar la presencia de problemas de la pisada y del equilibrio. Y en el caso de que presenten patologías, indica que el objetivo será evitar su cronicidad, que podrá ocasionar la pérdida de calidad de vida y bienestar e incrementar el coste sanitario y la dependencia del paciente.
Un 69% de los pacientes tiene diferente talla de pie
Además, el uso de calzado de diferente tamaño para el pie izquierdo y el pie derecho revela una cifra bastante elevada en el estudio, un 69,86% de los pacientes analizados tiene diferentes tallas de pie, sea consciente o inconscientemente. A pesar de que el 30,14% utiliza zapatos adecuados a las necesidades del pie, no cumplen con las medidas de ancho requeridas para su perfecto descanso y desarrollo.
“El calzado es un elemento sustancial para evitar los problemas en los pies y postura, ya que es el responsable de protegerlos, facilitar el desplazamiento y la autonomía y mejorar su rendimiento cuando caminamos. También el uso de un calzado no adecuado es un factor predictor de caídas debido al cambio del centro de gravedad corporal” –destaca Daniel López–.
De forma general el Colexio de Podólogos de Galicia señala que lo más aconsejable son zapatos poco pesados, con cordones, horma ancha, flexibilidad en la zona de los dedos y suela que amortigüe para que la persona adquiera mayor estabilidad, un menor gasto de energía y gane en bienestar y calidad de vida.
Otras recomendaciones diarias, según el Colexio profesional, son el uso de crema hidratante podológica para estimular la regeneración de los pies y tonificar los músculos para caminar. También estudiar la posibilidad de utilizar plantillas personalizadas podológicas que pueden ser útil para mejorar la forma de pisar, reducir el riesgo de caída y también el de otras patologías en el pie. Finalmente, la higiene diaria es fundamental, sobre todo entre los dedos para evitar el cúmulo de bacterias u hongos que puedan desembocar en infecciones graves.
SALUDOS
Prensa Colexio de Podólogos de Galicia
981554407/ 698137890 (Eva Fernández)